viernes, 12 de junio de 2009

Amagamiento, sometimiento, accionamiento

Por Benedicto Dos Equis



Hace un tiempo, en la sección policíaca de un diario de circulación nacional, apareció una nota que puede ser una buena o una mala noticia para la ciudadanía, según el caso. El encabezado decía: “Causaron Baja 426 Agentes de la PJ por no Saber Utilizar un Arma". Y el primer párrafo explicaba: “Cuatrocientos veintiséis agentes de la Policía Judicial del Distrito Federal, de un total de 1,122 que fueron examinados técnicamente, no saben disparar una pistola; por tal motivo se les retiró del servicio y se les recogió el arma de cargo y la credencial correspondiente”. Ahora, de acuerdo a lo anterior, ¿dónde radica la buena y la mala noticia? Pues bien, la buena es que la próxima vez que lo detengan unos agentes de la Policía Judicial sin motivo como de costumbre ya no tendrá que pasar por el doloroso trance de ser sacado del coche a cachazos, que era el uso que le daban a su arma los policías que no la sabían utilizar. La mala noticia es que, de ahora en adelante, usted recibirá de entrada un balazo, sin el beneficio de la anestesia previa que era un cachazo, con eso de que sólo quedan judiciales que saben disparar... Como ve, en esta vida todo es cuestión de enfoques. Después, de leer lo anterior, sólo queda una duda: ¿cómo es posible llegar a ser agente en activo de la judicial creyendo que la pistola sirve para clavar clavos en la pared? Esto evidentemente, es un problema en la fase de entretenimiento para ser agente de la Policía Judicial. ¿Cómo será dicho aprendizaje? Vamos a suponer que estamos en el aula “el Bisteces, Martínez”, de 1a academia judicial en clase teórica, sobre el uso de armas de fuego a cargo del comandante Eugenio “el Tehuacan” Dorantes:
"En la clase de hoy vamos a aprender qué es un arma de fuego, para qué sirve y cómo se usa... En términos teóricos un arma de fuego, a diferencia de, por ejemplo, un picahielo, que es un arma coctelera de corto alcance, es un instrumento de largo alcance que funciona cuando se le aprieta el gatillo o cuando a uno se le cae amartillada... “La utilización del arma del fuego, ora si que consta de tres etapas: amagamiento, sometimiento y accionamiento. Cuando uno detecta a un sospechoso lo primero que hay que hacer es detenerlo. Ahora, ¿qué es un sospechoso? Hay tres clases de elementos de este tipo: el sospechoso insospechoso, que es aquel que aunque no parezca sospechoso como que a uno le late que si lo es, o séase que se detectan por pura corazonada. El segundo tipo es el sospechoso, sospechoso y son aquellos que parecen sospechosos porque tienen aspecto como de sospechoso. El tercer tipo es el sospechoso sospechosísimo, y es aquel que, digamos, sale de un banco con pasamontañas, metralleta y bolsa de lona con dinero adentro. “En el último caso, se recomienda no poner en practica las tres etapas ya mencionadas de amagamiento sometimiento y accionamiento porque uno lleva las de perder. En estas situaciones hay que dejar que la policía bancaria o los uniformados le entren al asunto cuanti más que esto es un asunto de presupuesto, ya, que en caso de fallecimiento, le cuesta mucho menos a las autoridades enterrar e indemnizar a la viuda de un bancario o un uniformado que a los familiares de elemento de élite como nosotros.


“Pero volviendo a las tres etapas del uso del arma de fuego, repasémoslas en orden. Una vez detenido un sospechoso, de boleto hay que sacar la fusca y proceder al amagamiento, que consiste en agarrar el arma por la cacha, que es la parte cortita y con madera y apuntar con el cañón que es el tubito con un hoyo hasta adelante. Una vez amagado, el agente procede al acto de sometimiento, que consiste en acercarse al sospechoso tupirlo a cachazos en el cráneo mientras la pareja le pone las esposas. Finalmente la tercera etapa o accionamiento es el último recurso para detener a un sospechoso y hay que usar el criterio para valerse de este recurso.
“El accionamiento es, justamente, el uso de la pistola pa lo que fue hecha, osease, disparar. Para dispararle a un sospechoso deben haber fallado las dos etapas anteriores y entonces el agente de la ley debe seguir las tres fases del accionamiento: la primera es apuntarle al sospechoso y gritarle, ‘arriba las manos y denos todo lo que traí....’ No, perdón, estaba leyendo un inciso para los agentes de posgrado... Lo que ustedes deben hacer es gritar ‘arriba las manos, somos de la judicial’. Ante semejante amenaza, casi siempre el sospechoso, aunque no haya hecho nada, se echa a correr. En ese momento se efectúa el accionamiento, en sus dos fases finales: la primera es advertirle al fugante que se va a disparar pero antes de sonarle se debe hacer un disparo al aire. Por lo general este primer disparo siempre sube la moral porque es difícil fallarle al blanco, siempre y cuando se apunte el arma pa’ arriba. Si una vez hecho esto, el sospechoso no se detiene e insiste en correr tons si ya es cuestión de apuntarle y sonarle un balazo en la espalda”
Así me imagino en materia teórica de manejo de armas en la academia de la Policía Judicial. Pero, claro esta cátedra se debe impartir en los primeros cursos , de manera que ya en los últimos, que son los que más van a utilizar en su labor cotidiana como son: Principios Prácticos de Electricidad en el Cuerpo Humano, El Buceo en Tambo para Sospechosos, Zonas del Cuerpo Idóneas para Apagar un Cigarro, El Arte de Catar Tehuacan por la Nariz y así por el estilo, obviamente a la mayoría de los agentes se les debe haber olvidado casi todo lo que aprendieron al principio de la carrera y ello conduce a que suceda lo que nos informó la nota que cité al principio. ¿Cómo acabar con este problema? Con cursos periódicos de actualización. Si cada seis meses sacan a los judiciales de las mazmorras donde se la pasan divirtiéndose con los torturados y los ponen a trabajar en serio en el tiro al blanco, es muy probable que se maten dos pájaros de un tiro: al saber utilizar sus armas como se debe, el número de detenidos bajará notablemente, con lo cual también disminuirá el número de torturados y mejorará la imagen de la corporación: total que aumente el número de muertos por disparo de bala no importa, ya que los derechos humanos sólo se aplican a los vivos....

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