Por Benedicto Dos Equis
Está al aire en la televisión mexicana un anuncio de un dentífrico en el que se afirma “que los dientes se parecen a las conchas”. Tal aseveración desde un principio me pareció una mentira increíble: la única relación que conozco entre dientes y conchas es el íntimo contacto que se da entre ambos en ciertas situaciones que aquí no describo porque despiertan bajas pasiones.
Pero cuando el espectador se ilusiona creyendo que va a ver un anuncio estrictamente para adultos de amplio criterio, nos salen con la peregrina explicación de que los dientes, por su fortaleza, se parecen a las conchas… pero marinas. ¡No jalen que descobijan!, que decía mi abuelita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario