Por Benedicto Tres Equis
¿Se acuerdan cuando El Informe se rendía tradicionalmente los días primero de septiembre? Cuando su servidor pertenecía a la clase asalariada (ahora en peligro de extinción) hasta era motivo de alegría porque era un día de asueto, descanso y , en lo personal, del propósito (incumplido) de sentarme con toda disciplina a escuchar lo que un Informe tenía que decir respecto a lo que había hecho bien y mal durante un año. La verdad es que nunca lo logré y a lo más que llegué fue a sintonizar el dichoso evento cuando se pusieron de moda las rechiflas, los insultos y los abucheos. Tarde me di cuenta que ese tipo de cosas contribuyeron a la caída de las instituciones y originaron un caos tal que permitieron que un pelmazo del tamaño de fox (así con minúscula) llegara a ser más que presidente de una refresquera.Y esto me lleva al presente. ¿Calderón es un showman? Por lo visto la supuesta guerra sin cuartel que está librando cual Elliot Ness (según mr. Obama, quien seguro lo dice más como un comentario cool y en broma, que en serio) le deja tiempo libre y suficiente como para promocionar el mismo sus aciertos y virtudes. Durante el tiempo que ha durado este infierno... perdón, su gobierno... se le ha visto mal encarado, estresado, furioso, probablemente ebrio, encabronado, alterado, nervioso, otra vez probablemente ebrio y ahora que se ha dedicado a la autopromoción casi se le nota sonriente ¿se ríe de nosotros o con nosotros? SIN DUDA LO PRIMERO.
Del tal Juanito ya mejor ni hablamos. En este espacio dimos fe, en su momento, de la barbaridad que todo eso significaba. Y todo este asunto se suma al largo historial de pifias del decepcionante AMLO, quien ha sido derrotado por si mismo, por su arrogancia y su candidez al ser incapaz de ver más allá de su tabasqueña nariz.
Ganaron Los Pumas... eso si que es un notición.
Ahora resulta que en nuestro país hay más personas con el apellido Jackson, que los tradicionales Pérez, Sánchez o Ramírez. Eso lo descubrí cuando vi las noticias sobre los récords que se rompieron el pasado fin de semana. Había un montón de Jacksons sintiéndose el auténtico Jackson. También pude constatar (otra vez) que México es un país verdaderamente extraño: si se quiere una nutrida respuesta a una convocatoria, sólo es necesario que NO se pague un peso; mientras más absurda sea dicha convocatoria, mejor; si el evento NO está relacionado con cuestiones como política, derechos humanos, conciencia ecológica, etc. mucho más mejor! ¿A quién le importa una crisis económica si se puede ir a bailar como Michael Jackson? ¿Qué mejor manera de emplear el tiempo, cuando se es desempleado, que ir a bailar como Michael Jackson? ¿Habrá alguna forma más patriótica para poner en alto el nombre del país, que rompiendo un récord bailando como Michael Jackson?¿Será que somos un país de zombies y por eso se nos da tan bien el baile de Thriller? Los catalanes y los holandeses nos la Pérez Prado con todo y su orquesta, pues si se trata de algo tan trivial o trival como reunirnos a danzar, a los mexicas NO hay quien nos gane.
Después de todo... Todos somos Marcos, todos somos Juanito y todos somos Michael Jackson.
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