Hace tiempo que no veía una película tan, pero tan buena. Evocadora del mejor cine de guerra, la música, las actuaciones, la dirección, ese ritmo y tono de comic (hasta parece que cada escena tiene a un lado el story board) el asunto de manejar los diálogos en diferentes idiomas y no presentar alemanes con un acento extraño o franceses con un acento maricón. La película es global y no hace concesiones: los malos son unos hojaldras y los buenos... también, como sucede en la vida irreal.
Bravo Mr., Monsieur, Herr, Don Quentin los bastardos se lo agradecemos de todo corazón
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