Ya si uno se va a decidir por lo que el país produce en vez de productos asiáticos, para qué entrar en amasiato con una muñeca de Olinalá, tiesa y poco cariñosa, cuando mucho más cerca tenemos a la compañera Beatriz, que con un poco de valor revolucionario nos puede funcionar para amainar las pasiones nacionalistas y carnales mientras aprendemos de política de altura. Cómo añoro un abrazo de la dama...
Pretende ser un blog de filosofía existencial, entendiendo este último término como "mientras existimos", y cuyo propósito será aligerar el abrumador tránsito del canal vaginal al canal del desagüe. Amores y desamores; ironía, sarcasmo y amargura; letras, letrillas y letrinas; todo cabe y cabrá en este espacio dedicado principalmente a todos aquellos que están por entrar o que ya superaron la crisis de los cuarenta.
jueves, 28 de enero de 2010
Chenchualidad nacional revolucionaria
Por Benedicto Dos Equis
Ya si uno se va a decidir por lo que el país produce en vez de productos asiáticos, para qué entrar en amasiato con una muñeca de Olinalá, tiesa y poco cariñosa, cuando mucho más cerca tenemos a la compañera Beatriz, que con un poco de valor revolucionario nos puede funcionar para amainar las pasiones nacionalistas y carnales mientras aprendemos de política de altura. Cómo añoro un abrazo de la dama...
Ya si uno se va a decidir por lo que el país produce en vez de productos asiáticos, para qué entrar en amasiato con una muñeca de Olinalá, tiesa y poco cariñosa, cuando mucho más cerca tenemos a la compañera Beatriz, que con un poco de valor revolucionario nos puede funcionar para amainar las pasiones nacionalistas y carnales mientras aprendemos de política de altura. Cómo añoro un abrazo de la dama...
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