Por Benedicto Tres Equis
En México las generaciones que están en los extremos se están encontrando en el centro de la cadena social/familiar, y probablemente se devorarán. ¿Se ha fijado que en los supermercados los cerillos se disputan ferozmente los espacios con los cotonetes? No me refiero a un encuentro de lucha libre, para nada. Resulta que vivimos en un país en donde los ancianos no se pueden retirar a vivir su vejez con dignidad y tranquilidad, pues la necesidad los hace mantenerse en activo a pesar de, seguramente muchos de ellos, haber cotizado por décadas en el Seguro Social. Una pensión insuficiente o una dádiva miserable (la que les otorga el GDF) los obliga a ocuparse como empacadores en el súper. En las cajas se ubican por parejas y se van turnando para guardar la compra en las bolsas. No sé si será el cansancio, el mal humor propio de la edad o la frustración por estar ahí en lugar de estar en otra parte, pero generalmente se muestran malencarados e intolerantes; con un gesto dan a entender que cualquier propina es insuficiente o injusta y del agradecimiento mejor ni hablamos.
Si en este país la justicia social existiera, entonces veríamos a luis echeverría álvarez empacando víveres en La Comercial Mexicana de San Jerónimo y a miguel de la madrid hurtado en el Walmart de Miguel Angel de Quevedo. En el caso de LEA, uno podría decirle " Le agradecería que no tocara mis cosas, porque honestamente pienso que el 2 de octubre no se debe de olvidar ¿me comprende verdad?" A MMH, ese incansable paladín de la renovación moral de la sociedad, se le podría preguntar acerca de su ineficacia frente a una tragedia como el terremoto del 85 y si el estar como empacador le parece que es consecuencia de sus pésimas decisiones que permitieron graves devaluacones del peso frente al dólar y una terrible inflación galopante. Si josé lópez portillo viviera no sé en qué súper le tocaría, pero seguro habría más de un curioso que se formaría en la caja donde estuviera empacando sólo para ver si sasha montenegro se mantenía en las condiciones que la hicieron famosa cuando era la reina de las ficheras del cine mexicano. En lo que se refiere a carlos salinas de gortari, seguramente nadie querría pagar en esa caja con tal de que este siniestro personaje no empacara las cosas, pues de seguro algo desaparecería y por lo que toca a vicente fox quezada, sería tan imbécil que terminaría rompiendo más de un artículo.
En fin, la vida es sueño... y me está matando!
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