Pretende ser un blog de filosofía existencial, entendiendo este último término como "mientras existimos", y cuyo propósito será aligerar el abrumador tránsito del canal vaginal al canal del desagüe. Amores y desamores; ironía, sarcasmo y amargura; letras, letrillas y letrinas; todo cabe y cabrá en este espacio dedicado principalmente a todos aquellos que están por entrar o que ya superaron la crisis de los cuarenta.
miércoles, 8 de abril de 2009
Señales inequívocas
Circular por el Periférico tiene su chiste y está lleno de señales. Si vas por el carril de alta y crees que vas a avanzar más rápido, es señal de que eres un iluso. El encender la direccional un segundo antes de dar el volantazo señala, sin duda, a un cretino. Todo aquel, hombre o mujer, que se siente humillado o poca cosa porque alguien aprovechó una pequeña distracción para ponérsele enfrente, tendría que ser señalado como un imbécil. Pero la señal más reveladora se presenta justo cuando tienes muchísima prisa... ya vas muy tarde, transpiras, rezas, imploras que ese espantoso tráfico se deba a una circunstancia sui generis y que la cosa se normalice un poco más adelante para que puedas llegar a tu destino aunque sea tarde. En ese momento aparecen en el horizonte de carrocerías, llenos de toda clase de mercancías, son los toreros una señal inequívoca de que ya te jodiste porque ese es el embotellamiento de TODOS los días.
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