Fiebre Porcina y otras cochinadas II

Por Benedicto Tres Equis

Ni tardos ni perezosos, ya apareció en Youtube La cumbia de la influenza, pero es tan mala y carente de gracia que ni siquiera vale la pena incluirla por estos lares. Eso no es lo peor, con tanto tiempo libre tarde o temprano habría algún talentoso oportunista dispuesto a reclamar sus 5 minutitos de fama, lo terrible es que de inmediato surge el espíritu anti-chilango; los comentarios de burla y de alegría ante la emergencia en la Ciudad de México demuestran por qué este país está tan jodido. Además de la escasa sensibilidad mostrada, llama la atención la terrorífica ortografía y la limitadísima idea de la redacción para escribir los mensajes. Entiendo que el habla y la escritura son asuntos que están en movimiento y en evolución (aunque a veces parezca lo contrario) y se van adaptando a modas y necesidades sociales, pero las carencias son evidentes y creo que pueden resultar insultantes hasta para el más flexible en estas cuestiones.

Estas discapacidades (escribir una pésima cumbia y paupérrimos discursos en todos los sentidos) son de ese tipo de ejemplos de descomposición social que saltan y se hacen más evidentes en este tipo de circunstancias. Desafortunadamente somos un país que parece estar negado para la auténtica solidaridad. Recuerdo cuando recién ocurrió el terremoto del '85, la gente se volcó a las calles para ayudar a los demás, repartiendo agua, alimentos, ayudando a rescatar a los sobrevivientes y desenterrando a los muertos sepultados bajo toneladas de escombros. Parecía que el país iba a cambiar, pues no se esperó a que el gobierno resolviera las cosas, actuó de inmediato. La verdad es que nada cambió. Aún no concluía la emergencia, cuando empezaron los abusos y la indiferencia: los alimentos enviados por otros países se vendían en las calles, los campamentos de damnificados se politizaron y se hicieron bastiones de partidos políticos, la preocupación inicial se convirtió en chistes, etc.,etc.

¿Qué pasará esta vez? Lo mismo de siempre.