Por Benedicto Tres Equis
Francamente sigo muy desconcertado con el asunto ese de que las corbatas son nidos de bacterias, gérmenes, virus y de no sé qué tantos demonios microscópicos. Y es que se me hace realmente extraño el ver a los personajes de la política y de la televisión sin esa prenda que denota tanta distinción y elegancia. ¿A ustedes no les da la impresión que el andar descorbatados le resta credibilidad a las siempre inteligentes y atinadas palabras de todos estos personajes?. Es más, el otro día un amigo que es fanático de andar con un nudo en el cuello, alegaba que la ausencia de esta prenda podría aproximar peligrosamente a la clase obrera con la clase ejecutiva. "Qué barbaridad –decía visiblemente preocupado– yo creo que este es un complot orquestado por los fachosos comunistas mexicanos a los que les encanta andar de mezclilla, en contubernio con esos ejecutivos rejegos que son amantes del casual friday"Pero una de las mayores dudas que surgieron en nuestra conversación generando gran polémica es el tema de la banda presidencial ¿entrará en esta categoría de prenda prohibida?¿la mandaran diario a la tintorería o sólo tres veces por semana?¿Su uso será exclusivo de los actos oficiales o en ese afán de autoafirmación será utilizada hasta con la pijama?Después de todo como portadora de virus puede ser mucho más letal ya que es mucho más ancha y más larga que una corbata convencional.
Para mi amigo esta es, probablemente, otra de esas jugadas maestras de Felipe Calderón y cree que el objetivo real de toda esta enloquecida satanisación de la corbata podría ser el instituir esos cuellos blancos que usan los curas cuando no andan con faldas. Para él sería el complemento perfecto a la transmisión institucionalizada de misas dominicales.
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