Por Benedicto Tres Equis
Todo ese resentimiento patriotero que ha despertado la forma aséptica, esterilizada y desconfiada con la que algunos países reciben a los mexicanitos que llegan, no tiene una ninguna justificación. Mi teoría es que esas naciones hermanas no temen al contagio de un virus que dicen está mutando tanto como su nombre. No señores, a lo que le temen es a que les enviemos un vuelo charter repleto de mexicanos impúdicos, porque aquí sobran y tenemos para aventar para arriba... o para exportarlos. Voy a dar sólo algunos ejemplos: Gael García. Más allá de si sus dotes histriónicas son o no una maravilla, indudablemente es un actor que ha destacado en producciones nacionales e internacionales. El lugar se lo ha ganado en ese rubro ya que lo hace mejor que cualquier actor de televisa (aunque el mismo empezó haciendo telenovelas). Y es eso precisamente lo que hace inexplicable que se haya atrevido a cantar la canción tema de su más reciente película. ¿El hecho de que todos los cantantes del género lo hagan de manera desastrosa justifica que el cometa la impudicia de echar unos horribles gorgoritos? Qué mal que este cuate no sea capaz de ver sus límites. Chále!
Jesús Ortega. ¿Cuánto tiempo pasó merodeando al Peje? ¿Cuánto habrá tenido que sufrir? Pues sólo el sabe a lo que ha tenido que llegar para quedarse con la dirección de su amarillento partido. La verdad es que si el se siente realmente carismático, como seguramente se lo han hecho creer quienes lo rodean (favor de remitirse al cuentito aquel del Traje nuevo del emperador) ese es su problema. Pero nosotros qué culpa tenemos de su impudicia al salir a cuadro hablando como un imbécil especie de robot subnormal, haciendo razonamientos imbéciles y subnormales. Seguro el director de escena pasó las de Caín tratando de que su discurso tuviera algún dejo de naturalidad. Lo más curioso es que la de la credibilidad es la escuincla que sale en los comerciales, con suerte y es ella la que ahora se va a hacer cargo de los destinos de ese partido.
Vicente Fox. Lo que se diga de semejante cretino está de más, pero en el tema de la impudicia no podría faltar. La universidad de Emory, en Atlanta, le acaba de dar un doctorado honoris causa y el gustoso y sonriente... lo recibió.
Pues ese es el temor real que sienten en el extranjero cuando ven en el horizonte un avión con bandera mexicana. Sin duda se imaginan lo peor, que es un navío cargado de... diputados, senadores, conductores de televisión, empresarios, ex presidentes, actores, narcos o algún otro bicho que ostente genoma mexicano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario