jueves, 2 de julio de 2009

Multitudinarios cierres de campaña


Por Benedicto Tres Equis
Estamos a punto de que termine el infierno de las campañas electorales en México. Eso es motivo de alegría y celebración. La verdad es que han sido realmente despiadados en cantidad y calidad, pues si al principio eran risibles y ridículas, ahora ya sólo se quedan en el segundo adjetivo: el hallazgo perredista de la niña vocera quien ha sido sobre-explotada hasta que lograron que perdiera su dizque encanto ; los reivindicados (según ellos) PRInosaurios ahora utilizan un trío de mimos que pretenden comunicar un mensaje ininteligible (como ellos); AMLO señalando a los rapazuelos con un dedo flamígero que nunca se volteará hacia si mismo; los del Verde/Televisa se siguen haciendo güeyes con sus descaradas inserciones de mensajes en programas y telenovelas; el brillantisisisisísimo Kawaghi quien parece una especie de Hulk en sus espectaculares y quien organizó el becatón (por órdenes de la miss gordillo) el cual consistió en repartir unos cuántos artículos chinos entre los jodidos.
Todo esto por lo que toca a diferentes medios. Los cierres de campaña en las calles son harina de otro costal, y por eso precisamente me gustaría plantear aquí algunas cuestiones:
1.- Hasta donde tengo entendido, toda esta farsa democrática iba a costar o costó o está costando la friolera de 13 mil millones de pesos (+ ó -)
2.- Los tiempos de televisión que se utilizan no le cuestan a los partidos, pues se utilizan los asignados, por derecho divino, al gobierno.
3.- Se supone que los partidos y sus candidatos se asesoran por profesionales en materia de comunicación.
Si todo esto es así, entonces:
¿A la atarjea de qué bolsillo se va tantísimo dinero? ¿Todo se lo gastan en la porquería con la que tapizan las calles? Los gastos de campaña incluyen y se justifican con espectaculares cierres de campaña que he podido ver, tales como:
El pasado fin de semana una importante avenida del rumbo donde vivo, estaba cerrada por una enorme multitud de perredistas (eran como veinte) que apoyaban a sus candidatos. Obviamente armaron un gran desmadre, sin importarles que los domingos son el único día en el que se puede circular con cierta decencia.
Ayer pasé por un comité distrital del pri y estaba pletórico de globos (había como 50 globitos mal inflados) y uno de esos sonideros que contratan para las pachangas.
Hoy me encontré a un grupo de panistas (15 o 20 más o menos) ondeando banderas con su logotipo desde un puente del periférico.
La cosa está en que, si algunos vivales están cobrando por asesoría en marketing político, lamento informarles a los ignorantes políticos mexicanos, que les están viendo la cara de peregrinos. Si las iniciativas parten de sus cabecitas locas (sin pagar asesorías), pues en verdad que son unos hojaldras que se revientan la lana en algún table dance porque de plano ese tipo de esfuerzos no creo que sean ni muy onerosos, ni muy convincentes ni motivadores del voto o de la militancia.
El caso es que la única alegría de todo esto es que está a punto de terminar… por lo pronto.