jueves, 14 de enero de 2010

Lucero La Impúdica

Por Benedicto Tres Equis
¿De qué otra Lucero podría hablar si no es de Lucero León, la mamá de Lucero, la que no tiene apellido (por lo menos conocido)? Esa señora que comparte los titulares y los tiempos televisivos con el terremoto de Haití gracias a que han sido exhibidos unos videos en los que baila dizque sensualmente. Yo tuve el nada grato placer de sintonizar el otro día un programa justo en el momento en el que estaban pasando esas horrendas imágenes. En principio pensé que se trataba de uno de esos travestis que realizan una de sus más turbias fantasías, dejando el traje y la corbata para vestirse con algunas prendas de Victoria Secrets, grabarse en su casa u oficina y subir su deplorable espectáculo a youtube con la ilusión de que todos sus conocidos los vean y de esta manera poder salir del clóset por la puerta grande. También pensé que se trataba de uno de esos conductores de televisión, supuestamente muy machines, que a la menor provocación se visten de mujer para beneplácito del teleauditorio.
En fin, el caso es que las imágenes eran horripilantes y absolutamente ofensivas para la más elemental estética. Sin duda quedé escandalizado por la falta de ritmo y total carencia de sensualidad. Una madura y entrada en carnes mujer sin la menor gracia, que podía causarle una disfunsión eréctil al mismísimo Henry Miller o hacerle perder la inspiración a Georges Bataille.
Sin duda el impúdico es el que se atrevió a dar a conocer semejantes y tan desagradables imágenes. En todo caso hubiera sido mejor que sacara a la luz algunas imágenes inéditas de Lucero (la sin apellido) quien desde niña ha formado parte del elenco del Lupanar de las estrellas.

lunes, 11 de enero de 2010

¿Yo?, mejor en Atos...

Por Benedicto Dos Equis



El conocido empresario Moisés Saba, su esposa, su hijo y la mujer de éste murieron en un accidente de helicóptero la noche de ayer, domingo 10 de enero, en Cuajimapla, ya casi en la capital. Es una tragedia lamentable y un acontecimiento que hace reflexionar: si el señor Saba no hubiera sido millonario, lo que le permitía viajar en ese medio de transporte aéreo, quizá estaría vivo... pero el hubiera no existe.
Yo por eso viajo en mi modesto pero segurísimo Atos, que en caso de caerse, cae en un bache y, en tal caso, no pierdo la vida, lo más que pierdo es un amor... tiguador; que cuesta pero duele menos.
En fin, cosas del destino, descansen en paz.