El abismo entre la Bozzo y Vargas LLosa

Por Benedicto Tres Equis
El mundo existe muchísmo antes que la t.v. y la internet, el asunto es imaginar a qué velocidad viajaban las noticias y de qué manera se podían dirimir las diferencias provocadas por el tiempo que tardaban en llegar a su destino. Por ejemplo, en la época de los descubrimientos , cuando los aventureros exploraban lugares desconocidos y decidían que un territorio, un río o un océano debería llevar su nombre porque él lo había descubierto ¿qué pasaba si otro aventurero hacía el mismo descubrimiento simultáneamente o casi? Bueno, sin ir más lejos y con el nombre de nuestro continente, resulta que Américo Vespucio fue considerado el primer europeo en comprender que las tierras descubiertas por Colón conformaban un nuevo continente y fue un cartógrafo quien, en 1507, decidió nombrarlas América en su honor. Es decir, tuvieron que pasar 15 años.
Todo esto viene a cuento por varios acontecimientos recientes que están, de alguna manera, vinculados. Hace poco pudimos ver como las dos televisoras más grandes de México (Televisa y TV Azteva) se daban un fraternal abrazo para lanzar su Iniciativa México "Un proyecto que nos pertenece a todos" según reza su slogan y al parecer cuando dicen "todos" se refieren única y exclusivamente a las dos empresas. Al márgen de lo fallido de este reality show social, la fraternidad entre las dos televisoras pareció verse bastante mermada por La Peruana de la Discordia. Laura Bozzo. La gritona, siniestra y manipuladora conductora, se había convertido en la reina del raiting de los aztecos, sin embargo (dicen) tuvo a bien pelearse con la gritona, siniestra y manipuladora abeja reina de TV Azteca, Paty Chapoy. El caso es que entre dímes y diretes la peruana fue contratada por los televisos.
¿En qué nivel está la teleaudiencia mexicana que un personaje tan nefasto como Laura Bozzo es el objeto del deseo? Ni hablar de lo terrible del formato del programa, aparentemente ya gastado, pero que, por lo visto, deja tan buenos dividendos. La lamentable situación que se vive en México no es suficiente y al parecer el telespectador necesita divertirse viendo farsas burdamente montadas, como mecansimo de evasión.
Ahora que el Nóbel de literatura le fue otorgado al peruano/español Mario Vargas LLosa, es inevitable pensar que ojalá los mexicanos repudiáramos a las televisoras por pretender enajenarnos (más) con presencias como la infame Bozzo y exigiéramos voces inteligentes y valiosas como la del escritor galardonado, aunque eso sea un auténtico sueño guajiro!
Por cierto y volviendo a la inmediatez que ahora vivímos con los medios de comunicación, la noticia del premio a Vargas LLosa, desató una esnob queja entre un sector de la comunidad de Face Book, en relación a que esta red social se verá bombardeada por la noticia de este acontecimiento. Lo curioso es que esos mismos que se quejan son, probablemente, los que muchas veces se solidarizan con iniciativas tan absurdas como infructuosas para protestar contra algo o contra alguien, sin tomar una posición real al respecto.
Sin duda los latinoamericanos tendríamos mucho que celebrar, por lo menos los que si hemos tenido el enorme placer de leer a tan magnífico escritor. Enhorabuena Vargas LLosa.