domingo, 17 de mayo de 2009

Mujerzuelas a la mexicana


Por Felipa del Niño Jesús y Rijosa 
Ya se habló de mexicanos impúdicos, ¿pero que hay de las mexicanas desvergonzadas? Ya ni la amuelan, no sé a dónde van a ir a parar con esa desfachatez y ese cinismo!
Ahí tienen a la tal Salma Hayek. Cualquiera diría que lo que me mueve a la crítica es la pura envidia de ver ese cuerpazo (bueno, es un decir porque la realidad es que es talla petit) La cosa está en que ahora que salió en la portada de una  revista, se me aparece en cada esquina, toda despechugada y con el marido millonariazo atrás de ella arrimándole el mueble. Y ahí está el detalle que me hace dudar en la crítica, pues aunque ya tuvo un escuincle fuera del matrimonio, hizo todo lo necesario para atrapar al padre del chamaco y que este dejara de ser un bastardo (me refiero al niño, porque al señor ese no tengo el gusto de conocerlo) Pero si esta muchachita parece sacada de una de esas horribles telenovelas que hizo hace años cuando empezaba en televisa. Qué bien aprendió la lección en ese mercado de carne y fue por eso que se lanzó al super mercado de carne gringo. Trepadora como pocas, ha ido escalando hasta hacerse figura internacional y ligadora profesional. Sin duda algo debe saber hacer bien, pues otras actricitas que han querido seguir ese camino se han tenido que regresar con la colita entre las patas. El asunto está en que una se pregunta si ese tipo de éxito es digno de admiración y el mejor ejemplo para nuestras juventudes tan desorientadas, acostumbradas como están a la frivolidad y a tomar atajos con un sentido tan poco crítico.
Y la que ahora si de plano no se midió fue la mal llamada "maestra" Gordillo. En su discurso, precisamente del día del maestro, demostró su maestría en la elucubración, la grilla, la intriga, la manipulación y la falta de moral, de ética, de principios... es decir que es maestra de lo más jodido, porque de educación yo creo que no está capacitada ni para pre-escolar. En lugar de darle vergüenza, le dio risa el no poder leer correctamente una palabra. ¿Será esto un asunto de risa, tratándose de quien dirige uno de los sindicatos más poderosos del país? ¿Será gracioso si pensamos que se trata de quien le dio el más abierto respaldo a quien se dice presidente de México? ¿Se tratará de la risa cínica de quien no tiene escrúpulos y es capaz de cometer las más terribles bajezas porque su ignorancia no tiene límites? El asunto no es acerca de una equivocación al leer un discurso (por cierto que quien se lo escribió en este momento debe de estar colgado del escroto o de los pezones, dependiendo del género) tampoco se trata de su apariencia física; el tema es la corrupción y la impunidad de quien comete estos actos y de quienes lo permiten porque les conviene, porque están de acuerdo o porque son los más beneficiados. La actitud cínica de esta señora en serio que cala, porque se siente como que nos lo está restregando en la cara, ante la indiferencia y el beneplácito de sus compinches y de sus cómplices. Ahora que lo pienso la vergüenza no puede sentirla alguien así, la vergüenza la deberíamos de sentir nosotros porque  permitimos y celebramos el cinismo de este tipo de mujerzuelas.

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