sábado, 25 de abril de 2009

Fiebre Porcina y otras cochinadas I

Por Benedicto Tres Equis
Toda la alarma que ha generado esta "epidemia", para algunos ha sido una oportunidad para salir de la crisis (esa otra pandemia con la que nos han traído en friega desde hace varios meses). Como parte de esa amplia y oportuna cobertura que hacen los medios mexicanos, ayer entrevistaban a un encargado de una farmacia, quien explicaba que, en condiciones habituales, venden unos seis o siete cubrebocas al mes y que por todo lo que estaba sucediendo ya habían vendido varios miles, así como antigripales, multivitamínicos y antivirales (off course).
¿A quién beneficia realmente esta alarma? ¿Por qué será tan difícil para el ser humano resistir la tentación de agandallar y sacar partido de una situación de emergencia? Las medidas que se tomaron son un tanto cuanto extrañas, pues cancelaron las actividades de recintos del gobierno mientras que los de la iniciativa privada operaron sin ninguna restricción ¿Eso quiere decir que si pagas tu boleto estás al margen de cualquier contagió? Los medios de comunicación de nuevo muestran el músculo, pues fue suficiente un aviso en los noticieros de mayor raiting para que más de seis millones de estudiantes atendieran al llamado de no asistir a la escuela, y durante el día sólo se repitió una y otra vez la misma información. En el canal de noticias de Milenio, titularon a sus reportes al respecto "Un día después de la influenza". Como quien dice, ¿el simulacro o lo peor ya pasó?

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