lunes, 13 de abril de 2009

Después de la tempestad...



y de lo que podríamos llamar la temporada alta para la iglesia católica, los jerarcas de este culto seguramente se toman unas merecidisisisimas vacaciones. Después de tanta pasión y tantísimo chacoteo, pues no les queda más remedio que seguir el ejemplo de Su Ilustrísima, quien nomás dio la bendición urbi et orbi y salió hecho la raya a la austera residencia de Castel Gandolfo. Pues allá ellos y sus conciencias al dejar por su cuenta al rebaño.

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