domingo, 3 de mayo de 2009

¿Se acabó la fiebre por la Fiebre?

Por Benedicto Tres Equis
No sé si los encargados de salvar al país se tomaron un merecido descanso en este "forzoso puente" (como si al mexicano le tuvieran que hacer manita de puerco para la pachanga) o ya sucumbieron en su febril esfuerzo. Será que el dichoso virus dio una tregua o tal vez las autoridades decidieron que con el puro vuelo de la paranoia y la psicosis desatada, podíamos llegar hasta el lunes... por lo menos. Escasean los informes, en la calle la gente descansó de sus milagrosos y por momentos asfixiantes tapabocas, cerraron los restaurantes establecidos pero  los puestos callejeros están a reventar, también me tocó ver a unos compadres que se saludaron de mano, abrazo y beso (¿serían franceses?); el cavernal Rivera ofició en vivo, a todo color y en cadena nacional, para beneplácito y salvación de los mochos de este país, no soy experto pero me parece que eso podría ser tantito anticonstitucional.
A lo mejor son este tipo de cosas lo que nos tiene jodidos y hasta provocan que Dios nos castigue: no importa de qué tamaño sea la emergencia, la desgracia, el conflicto o la epidemia, como por arte de magia los problemas hacen una pausa en fin de semana y más aún si es puente. Todo se detiene.
¿Será que Ebrard ya descolgó sus ajustados mallones y decidió retomar sus bicicleteras actividades dominicales? ¿Será que al doitor Córdova ya lo tenían hasta la madre con tanta pregunta y decidió recetarse un merecido fin de semana en Las Vegas, para practicar con otro tipo de cifras? ¿Y los diputados y los senadores? Probablemente estarán en gringolandia o en Europa haciéndose exhaustivos check-ups, gracias a los seguros de gastos médicos mayores que les patrocina el pueblo. De Calderón ya ni hablamos, anda más desaparecido que la claridad en la elección del 2006. Lo que si hay que agradecer, hablando de recesos, es el descanso que significa el no estar oyendo la letanía de los gritones de televisa, tv azteca y de la mayoría de las estaciones de radio que curiosamente... son los mismos!

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