jueves, 14 de mayo de 2009

Universidad de entrepreneurs

Por Benedicto Dos Equis


Discutir no es mi fuerte. Esa bella arte que consiste en la esgrima de las ideas, influir en las opiniones del otro con el uso de argumentos certeros, ideas originales, puntos de vista propios. Y no se me da por que soy poco articulado, se me escapan las palabras adecuadas, no encuentro los argumentos debidos. Yo necesito el espacio que ofrece una hoja en blanco para reflexionar y poner en orden mis ideas. Además discutir no es mi fuerte porque prefiero que la gente piense como yo. Pero no siempre se puede. A veces resulta que hay insensatos cuyas opiniones no coinciden con las mías y que, para colmo, me las hacen saber. Es entonces que no me queda otra que entrar en una muy incómoda discusión de la que no voy a salir muy bien librado pues los mejores argumentos que tengo se me ocurren, como es el caso de hoy, horas después, a toro pasado, y ya sin la presión del adversario. Hay amigos a los que dejo de ver un tiempo y en el inter no sé con quién se juntan que luego me salen con unas ideas muy raras. Por ejemplo, el sábado nos fuimos a cenar con un amigo y su mujer y cuando hablamos de lo que van a estudiar nuestros hijos me salió con la peregrina idea de que hoy en día en las universidades a los jóvenes no se les enseña a tener espíritu emprendedor, entendiéndose lo de emprendedor como entrepreneur, es decir, esa suerte de hombre intrépido que en todo ve una oportunidad de hacer negocio y volverse rico. Según él todos salen con mentalidad de empleado.
Ese tipo de afirmaciones me lleva a discusiones que tengo perdidas de antemano porque además de mi poca habilidad para discutir allí entra un elemento de irritación que me obnubila aún más. Si algo me molesta son las ideas basadas en los prejuicios, la falta de información y mínimo de sentido común. Que yo sepa, no existe nada más ajeno al espíritu universitario que la creación de negociantes en serie para satisfacer el mercado de trabajo. Nadie estudia letras para salir a competir con las librerías Ganhdi, no hay estudiante de filosofía que tenga en mente graduarse y poner una franquicia de ateneos o ágoras, un estudiante de medicina querrá ejercer, no pone su clínica frente al Ángeles, un joven ingeniero no saldrá de la facultad a enfrentarse a ICA, un estudiante de administración de empresas...ah, ese sí, su carrera está planeada para eso, para hacer negocios y hacer dinero, como también lo está otra carrera denominada administración de bienes inmuebles, lo que demuestra que hoy en día es carrera universitaria lo que hasta hace poco era un negocio de viudas; es decir, que la discusión no es si las universidades omiten inculcar mentalidad empresarial a los estudiantes, sino que ahora se le da título universitario a una habilidad o don que antes no requería de estudios superiores, al contrario.

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